El Cabildo trabaja en una estructura de futuro para afrontar emergencias

El Cabildo trabaja en una estructura de futuro para afrontar emergencias

El Cabildo de Gran Canaria trabaja en una estructura de futuro para afrontar el reto del agravamiento de emergencias

Las emergencias tienen características más extremas, sean nevadas, temporales o incendios

Se vertebrará en torno al Consorcio de Emergencias con presupuesto propio

“Estamos impresionados con el ejercicio” apunta Morales ante el simulacro de incendio efectuado en el banco de arena para la red de mandos que gestionan la extinción de incendios

El Cabildo de Gran Canaria da los últimos retoques a la culminación de una estructura de futuro que le permita afrontar el reto del agravamiento de las emergencias, sean nevadas, temporales o incendios, tal como ha sucedido en los últimos años, en los que han sido más frecuentes y con comportamientos más extremos, por lo que hay que “ir más allá” y trabajar sobre la base del nuevo escenario y en la mitigación de sus efectos.

Así lo afirmó hoy el presidente de la Institución insular, Antonio Morales, tras la primera reunión del Comité Asesor del Plan de Emergencias Insular (PEIN) y el ejercicio práctico al que asistieron sus miembros en el marco del Curso de Análisis de Incendios Forestales para Mandos ofrecido en el Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin).

El Cabildo de Gran Canaria trabaja en una estructura de futuro para afrontar el reto del agravamiento de emergencias

El curso es ofrecido de manera continuada para perfeccionar la coordinación y adaptar la gestión de las emergencias a las nuevas situaciones, en tanto que el Comité Asesor es un instrumento trasversal integrado por distintas áreas para asesorar en la toma de decisiones al presidente como mando único de la crisis.

“Desgraciadamente vamos a vivir situaciones de emergencias de manera más continuada con precipitaciones intensas, sequías, calimas, incendios por el estrés hídrico… Estamos obligados a perfeccionar los sistemas”, explicó.

Por ello, el Cabildo generará un instrumento de coordinación insular a través del Consorcio de Emergencias que procure la operatividad necesaria para las nuevas situaciones. “Había que dar un paso más, contar con una estructura potente con medios técnicos y humanos, con integración de los medios de la isla, del Consorcio y del propio Cabildo y su PEIN, y con presupuesto propio. Estamos generando la propuesta administrativa y la llevaremos a pleno, aunque ya estamos funcionando de esta manera”, precisó Morales.

Comité Asesor y el Plan de Emergencias (PEIN)

Emilio Duch, gerente del Consorcio, explicó que el Plan Insular de Emergencias (PEIN) es un instrumento determinado por la Ley de Protección Civil para dotar a la administración de capacidad de reacción ante una situación extraordinaria que desborda la capacidad de los servicios ordinarios de emergencias. “Estamos en una situación con la que hay que aprender a convivir, que son los efectos del cambio climático. Ahora mismo tenemos medios y recursos adecuados, la respuesta se está dando con normalidad, pero queremos ser más eficientes, incrementar la rapidez de respuesta y la coordinación de todas las administraciones y recursos disponibles”, ahondó Duch a los miembros del Comité Asesor.

¿Cómo se afronta un incendio?

El ejercicio, que se realiza de manera continuada para mantener la “maquinaria engrasada”, arrancó sobre el banco de arena, en este caso de turba que simulaba con miniaturas dos caseríos, Fataga y Arteara, arboleda, un barranco –desde que el fuego toca las laderas se dispara-, depósitos de agua, carretera, cableado, recursos de emergencias, calor, viento y un punto de ignición. Para todo ello hay marcadores, como los hilos que indican el perímetro del fuego, si son blancos es que está en capacidad de extinción, si son naranjas es que el incendio está fuera de capacidad.

Ante el primer aviso de columna de humo, el Cecopin activa inmediatamente los medios terrestres y aéreos. Todo ello con los mandos con emisoras situados en torno a la mesa para entrar en acción.

Federico Grillo, jefe de Emergencias, explicó al Comité Asesor, que asistió a la práctica, que cada mando tiene a su cargo a treinta o cuarenta personas. La red que forman estos mandos es esencial. “Hay que establecer pautas claras desde el inicio, conocer el eje de propagación y las condiciones, y procurar la colocación ordenada de las  unidades, que todo se controle y con la misma liquidarlo” para que no generen problemas en días posteriores.

“Iremos incorporando medios desde el Cecopin, que es el cerebro del sistema, el que va a mover los medios, y la persona encargada de la Dirección de la Extinción tendrá que organizar la gran empresa que se produce en torno al incendio con departamentos y demandas”, avanzó Grillo.

En cuanto a la parte política de la estructura, explicó, “interviene desbloqueando situaciones y consiguiendo recursos para incorporar al operativo” en caso necesario, y que nunca es desde el inicio, sino en previsión del crecimiento, pues el incendio es un tipo de emergencia que si se produce en condiciones extremas se caracteriza porque “va a más”.

Arranca el incendio

“Llevamos dos días por temperaturas máximas, 31 de julio, incendio 13.17 horas, coordenadas geográficas y despacho automático de medios hacia la zona”, indica el ingeniero Javier Blanco en el arranque de la simulación de incendio.

“Tango Hotel de Cecopin. Informo de incendio entre Fataga y Arteara, solicito desplazamiento de Tango Hotel, unidad Presa 6”, traslada mediante emisora el Cecopin al técnico de la base de helicópteros. “Recibido, salimos para allá”, confirma la base, retumbó la emisora en torno a la mesa.

Activado el helicóptero, que despega con un equipo presa a bordo, se encuentra con un fuego próximo a la población fuera de capacidad de extinción tanto en cabeza como en cola. Desde que tiene llamas de más de 2,5 metros “sabemos que se va a ir”, apunta Grillo, “el problema es que esas llamas son de hasta 40 y 50 metros”.

“Cecopin de Tango Hotel, confirmamos conato, tenemos columna de humo a la vista, de camino para el reconocimiento. Cambio”.  Y así el primer helicóptero informa del alto potencial, de que el flanco caliente es el oeste por la cercanía a las casas y de que se va a propagar loma arriba. Busca zona de toma de agua, desembarca al equipo presa y comienza a realizar descargas en lo que el técnico helitransportado realiza una nueva valoración desde tierra. Mientras, los equipos Bravo ya están en el lugar también y comienzan a desplegar las mangueras y posicionarse.

En este punto, prosigue con la explicación Grillo, la propagación avanza hacia las laderas, por donde las llamas formarán auténticas carreras y “harán que el incendio se abra muchísimo”. El protocolo del Plan de Extinción marca que se entra por detrás “para intentar cerrarlo”, ya que no es posible actuar en cabeza con esa altitud de llamas. En ocasiones se valoran maniobras especiales como adelantarse al incendio para realizar quemas de ensanche en la carretera, pero es muy arriesgado por el peligro de atrapamiento y para mayor dificultad hay que decidirlo en el momento a la vista de las circunstancias.

“Cecopin de Tango Hotel, comenzamos a progresar por flanco whisky, solicito refuerzo”. En ese momento, en el que el incendio alcanza ya las 10 o 20 hectáreas, se pasa del ataque inicial al ataque ampliado. Con llamas de 40 metros como los últimos “no queda más remedio que ir detrás del incendio”, apuntó Grillo.

La organización inicial consiste en comenzar por la cola y los flancos, el ampliado requiere una estructura más compleja, denominada sectorización del incendio, ya que se dividirá por sectores, de la cola hacia la izquierda estarán el Alfa, Beta, Charly y así sucesivamente, y hacia la derecha el alfabeto a la inversa, es decir, Zulú, Yanki, Whisky. Cada sector tendrá un mando al que se le asignarán medios, y estarán comunicados por el mismo canal de radio. Esta malla de mandos de los sectores resulta crucial, y es una parte de los destinatarios del curso de esta semana en el Cecopin.

La prioridad, una vez evacuada la población, son las viviendas y “obliga a enviar bomberos y unidades aun sabiendo que no podrán ser defendidas”, lamentó Grillo. La estrategia general es actuar de atrás hacia delante de manera muy contundente, y todos los medios que van llegando se envían a esos sectores para que trabajen con seguridad y no perder los trabajos, se les realiza un ‘briefing’ o resumen a la llegada, y así es como continúa desplegándose la estructura en torno al incendio. “El fuego acaba de saltarse la carretera”, prosiguió Javier Blanco, quien explicó que Fataga y Arteara acababan de quedar aisladas.

“Estamos impresionados con el ejercicio” exclamó el presidente, un ejercicio que el Cabildo ofreció en directo por su perfil de Facebook y disponible en https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=706399003516114&id=753106774703904

para quien quiera una aproximación con la gestión de un incendio, cada vez más especializada y profesionalizada, basada en estrategias de análisis de incendios y en adelantarse a su comportamiento debido a que son incendios que nada tienen que ver con los de décadas pasadas.

En cualquier caso, la mejor manera de adelantarse al incendio es la prevención en invierno, la Institución con quemas prescritas, entre otras acciones, y la población con la limpieza de los entornos de sus propiedades y, sobre todo, evitando la primera chispa para que nada de esto sea necesario.

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