Gran Canaria, hilos de alpaca y piedras semipreciosas se transforman en joyas que lucen los alumnos del curso de joyería impartido en el Cabildo

El programa formativo de la Fedac ha cosechado gran éxito al transformar La Sala en una escuela en el centro urbanogcanaria formacion joyeria 2017

Hilos de plata y piedras semipreciosas decoran las manos, cuellos, dedos y muñecas de los alumnos del curso de joyería creativa impartido por la artesana Ainhoa Urdiales en el Cabildo de Gran Canaria, una iniciativa formativa que ha contado con un destacado éxito de asistencia.

Los cursos de oficios tradicionales contribuyen a difundir el patrimonio y los bienes etnográficos de Gran Canaria entre la ciudadanía, que además puede optar a conocer cómo realizar piezas por métodos tradicionales, lo que ayuda conocer y disfrutar de la cultura de la Isla, informó la consejera de Artesanía del Cabildo, Minerva Alonso.

La iniciativa forma parte del programa formativo de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) del Cabildo, que ha convertido el espacio de La Sala en una auténtica escuela de oficios tradicionales en pleno centro de la capital grancanaria durante los primeros meses de este año.

El curso de joyería comenzó el pasado lunes y los alumnos, que ocuparon desde los primeros días las plazas disponibles, ya lucen las piezas realizadas durante la semana a partir de hilos de alpaca y alambres de aluminio, porque son más fáciles de manejar que la plata y facilitan el proceso de aprendizaje.

La artesana, formada en una escuela oficial de joyería de Girona después de muchos años de ejercicio autodidacta del oficio, les ha enseñado a realizar cadenas con eslabones sin soldadura, collares de metal y con cristales engarzados, anillos en diferentes tonos de material, pendientes y hasta broches para decorar sus ropas.

También han aprendido técnicas para dar relieve a los metales, como el repujado o el arañado, que parecen cobrar vida al ser combinados con las piedras semipreciosas y los cristales de todos los colores que conforman las piezas finales.

Ainhoa Urdiales vivió su infancia y parte de su juventud junto a la playa de Güí-Güí mientras veía a su madre, también artesana, decorar telas y pintar cuadros, lo que le llevó desde muy joven a demostrar un gran interés y facilidad para el desempeño de oficios tradicionales, y optar finalmente por el de la joyería.

La naturaleza que le rodeaba ha inspirado su última colección, ‘El árbol de la vida’, compuesta por numerosas piezas de joyería y bisutería que están a disposición de la ciudadanía en múltiples puntos de venta de la Isla, como la propia tienda de la Fedac.

El programa formativo de la Fedac continuará con la impartición de cursos en diferentes municipios de la Isla, mientras que La Sala, después del próximo curso de alfarería tradicional, volverá a ser el espacio de exposición y comercialización de productos artesanos que ha sido en el último año, una apuesta del Cabildo por ayudar a los artesanos a promocionar sus productos.

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