La sociedad avanza a un ritmo mayor del que avanza la administración pública

ENTREVISTA A IRATXE SERRANO, DIRECTORA GENERAL DE PROTECCIÓN A LA INFANCIA Y FAMILIA DEL GOBIERNO DE CANARIAS

“La sociedad avanza a un ritmo mayor del que avanza la administración pública”

  • ¿Qué balance hace de estos tres años en el cargo?

Ha sido probablemente la legislatura más compleja de todas las legislaturas en democracia, porque se han juntado muchas situaciones anómalas. Hemos vivido una crisis migratoria sin precedentes en lo que se refiere a la llegada de menores extranjeros, la famosa crisis de los cayucos en lo que se refiere a menores fue una mera anécdota comparado con esto, y hemos vivido también una pandemia y un volcán. Yo por lo menos me voy diciendo que he hecho un master en gestión de catástrofes. Pero el balance es bueno, porque a pesar de todo eso, creo que hemos conseguido cosas. En esta casa siempre va a quedar muchísimo por hacer, pero hemos conseguido también trabajar, no solamente con una visión técnica y de adultos, sino también con perspectiva de infancia.

 

  • ¿Qué espera dejar cerrado en este último año de legislatura?

El nuevo método de trabajo que estamos aplicando, que técnicamente es difícil de explicar. Pero lo más importante es que tenemos un proyecto entre manos que es la sectorización. Es fundamental que las familias y los niños y niñas que llegan a ser tutelados no estén nunca sobreintervenidos, y que el equipo que los atiende al inicio sea el mismo que los acompañe hasta el final de la medida. Y esto lo conseguimos con este trabajo de sectorización, generando equipos multidisciplinares, que van a trabajar con esos niños de inicio a fin de la medida, además de consolidar también una nueva herramienta informática que nos permite tanto una gestión de datos como una obtención de datos, con lo que tenemos indicadores con los que podemos medir, y si podemos medir podemos establecer políticas de infancia más adecuadas.

 

  • ¿Qué labores principales considera las más urgentes a realizar en favor de los menores y sus familias desde la Dirección General?

Todas son urgentes cuando hablamos de niñas y niños, pero en este momento, tenemos un gran problema con la salud mental. Hay un Plan de Salud Mental que refleja como debe ser la atención, tanto para los niños del sistema de protección como los del sistema de reforma, y ahí tenemos una carencia histórica y una deuda importante con esos niños que protegemos. Así que ahora mismo la urgencia es esa, poder tener un trabajo en equipo, coordinado y consensuado, de la mano de esa otra consejería, porque tenemos que dar respuesta a la salud mental. Los perfiles de los niños que atendemos han cambiado totalmente en los últimos 10 años, hemos pasado de atender a niños de familias desestructuradas a atender a niños de familias desestructuradas con graves problemas de salud mental. Antes era residual y ahora es generalizado, y para eso tipo de situaciones no tenemos las herramientas aún, y no es competencia de esta casa, así que solo las tendremos si aprendemos a trabajar de forma coordinada con la Consejería de Sanidad.

 

  • ¿Qué infraestructuras y medios humanos serían necesarios para atender las demandas actuales de su área?

Necesitamos más manos y también nuevas infraestructuras. Por ejemplo, en justicia juvenil, con el tema de la salud mental, es importante que podamos reducir la capacidad que tienen en la actualidad los dos centros de cumplimiento de medidas: Tabares y La Montañeta, porque necesitamos otro tipo de recurso alojativo de cumplimiento de medidas judiciales con un carácter más terapéutico, una necesidad a la que llegamos tarde. Estamos trabajando con IDEO, con Hacienda y con Sanidad para buscar una fórmula para poderlo tener.

 

  • Hace poco tiempo reconocía que el sistema de atención a los menores en desamparado está obsoleto. ¿En qué debe mejorar y como están trabajando para ello?

Debemos mejorar en prácticamente todo, tenemos un modelo que, a pesar de que ha habido nuevas leyes, como en 2015, o la de 2007, que hemos venido implementando, pero no es suficiente. La sociedad avanza a un ritmo mayor del que avanza la administración pública. De la misma forma que tenemos integrado que hay que hacer políticas transversales con perspectiva de género, es fundamental entender que hay que hacer políticas de infancia transversales y con perspectiva de infancia. Estamos trabajando en un texto legislativo que contempla esa perspectiva. No podemos ser solamente un servicio asistencial. Tenemos que ser mucho más que eso.

 

  • ¿Cuáles son las cifras de adopciones que se manejan en Canarias? ¿Cómo se podría mejorar el sistema de adopciones?

La adopción, tanto en Canarias como en el resto de comunidades autónomas, es muy pequeña. Venimos de hace 20 años con un boom de las adopciones, sobre todo en China, y a día de hoy la adopción internacional es muy pequeñita, con 35 y 40 expedientes al año, siendo ahora mayoritariamente nacionales. En realidad, no queremos mejorar el sistema de adopción, entendiendo esto como que ojalá no tuviera que existir. El objetivo no debe ser agilizar los trámites, sino que no haya niños que tengan la necesidad de ser adoptados ni de ser acogidos.

 

  • ¿Cómo se encuentra la Red de Acogida de menores inmigrantes de Canarias? ¿Cuántos menores inmigrantes no acompañados acogen en la actualidad?

A lo largo de todos estos tres años hemos recibido a más de 6000 personas que refirieron ser menores. En estos momentos debemos andar sobre 2400 aproximadamente, y la red esta saturada. Pero se han dado pasos a nivel estatal, con un acuerdo entre estado y comunidades autónomas, para que a lo largo de 2022 salgan cerca de 380 menores más hacia la península, que se suman a los 208 que ya han salido, y que en 2023 salgan 380 más. Si conseguimos mantener el nivel de llegadas, que se está reduciendo, el sistema podría funcionar mejor y tener mayor capacidad para seguir atendiendo. En la actualidad acogemos a unos 2400 menores, unos 500 están en la red de protección de los distintos cabildos insulares, y el resto en dispositivos del Gobierno.

 

  • ¿Está el estado implicándose en el reparto entre las distintas comunidades, o sigue Canarias asumiendo esta situación?

Si, pero las cosas han llegado tarde. En realidad, están respondiendo desde el primer minuto, pero la forma de trabajar tiene que ser consensuada y negociada.

 

  • Recientemente han puesto en marcha la herramienta Clave – A, frente a la violencia y el abuso sexual infantil. Háblenos un poco de esta herramienta y que esperan de ella.

Tenemos muchísima ilusión en esta herramienta, porque hay mucha gente detrás de todo esto. La principal protagonista es Sonja Arup y su asociación, junto con la Fundación Mapfre Guanarteme y el juez Tomás Martín, que lleva el juzgado número 3 en Las Palmas, y evidentemente esta casa tenia que apoyar este proyecto. Lo que esperamos a medio y largo plazo es sensibilizar, acompañar y sobre todo erradicar, aunque parezca una utopía en el mundo en que vivimos, cualquier tipo de violencia contra la infancia. Ponemos todo nuestro esfuerzo para que los niños y niñas sepan empoderarse, sabiendo identificar y diferenciar que es un abuso, que es una caricia, que es la empatía, y nos parece fundamental este programa porque una de las cosas que lleva también implícita es la de formar a los propios menores en los centros educativos. Lo que queríamos era tener un código, al igual que lo tienen las mujeres que sufren maltrato con mascarilla 19, y esa Clave A, el poderlo verbalizar, dibujar y escenificar nos parece fundamental como llamada de auxilio y de socorro de cualquier niño o niña que pueda sufrir esa situación.

 

  • ¿A qué conclusiones han llegado con el estudio realizado sobre el impacto del Covid en la Infancia y la Adolescencia?

Que tampoco ha sido tan catastrófico. Creo que se supo manejar la situación tanto a nivel familiar como a nivel del propio sistema de protección, con ese confinamiento tan duro y tan largo, pero una de las principales conclusiones es que se están visibilizando situaciones de desprotección que antes estaban invisibilizadas. En la etapa prepandemia había familias que podían invisibilizarse en situaciones de desprotección grave, y lo que ha hecho la pandemia es visibilizarlas de una forma descarada. A pesar de todo eso creo que el sistema de protección actuó, y los técnicos que estuvieron en primera línea hicieron muy bien su trabajo. Nosotros tuvimos el primer brote de Covid en uno de nuestros centros 8 meses después de comenzar la pandemia.

 

  • Un deseo que le gustaría ver cumplido antes de que termine la legislatura.

Mi deseo es crecer en personal, crecer en presupuesto, que podamos llevar a cabo esos recursos que son tan necesarios, tanto en protección como en reforma, para poder dar una respuesta a esos jóvenes que tienen problemas de salud mental, y un deseo a largo plazo es que en el futuro esta Dirección General no tenga que existir.

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