Qué está pasando en la Isla, me pregunto… Los pueblos y ciudades llenos de barreras. Las actividades culturales y de ocio, en gran número, no son accesibles. No se llevan a cabo políticas en materia de vivienda, que cubran las necesidades de quien tiene una discapacidad. Los recintos deportivos, en buena parte de los municipios, no permiten el uso y disfrute de las personas con discapacidad. El número de desempleados, históricamente superior a la cifra de desempleados sin discapacidad, se ha desbordado. La atención social a la discapacidad nefasta o nula. La participación social de la discapacidad…, ¿existe?
Un Ayuntamiento que niega el acceso a las escuelas municipales a un menor con discapacidad. Otro Ayuntamiento que niega a los niños con discapacidad el disfrute de los parques infantiles. Otro Ayuntamiento que rechaza la propuesta de elaborar un plan de accesibilidad… Una empresa de transportes que sólo presta servicio de micro adaptado los días laborables…
No se observan actuaciones encaminadas a fomentar el empleo de las personas con discapacidad. No se observa interés alguno para que disfruten de las playas. No preocupa que puedan o no acceder a comercios y restaurantes… No preocupa la participación de la discapacidad…
¿Pensarán que la discapacidad es «eso que le pasa a otros»?…
¡Qué lástima!… Tenerife merece ser una Isla para todas las personas.