Arturo Pedrero tiene 26 años, posee el título de Medicina y una discapacidad del 38%. Tras aprobar su examen MIR y ejercer durante seis meses como médico de familia sin ninguna dificultad, el Ministerio de Sanidad ha decidido rescindir su contrato porque consideran que su discapacidad le impide desarrollar su trabajo con garantías.
Con 26 años, ha estado seis años estudiando la carrera de medicina, una titulación que sacó año por año a base de esfuerzo y sacrificio. Ahora, y después de ejercer profesionalmente en un centro de salud, su futuro se ve truncado por una decisión de carácter administrativo que no entiende y que le ha llevado a engrosar las listas del paro.
– Arturo, tras aprobar el MIR y lograr tu plaza, comienzas a ejercer como médico de familia en el Centro de Salud de Tacoronte ¿qué problema surge para que el Ministerio de Sanidad rescindiera tu contrato?
Yo aprobé la plaza como todo el mundo y empecé a ejercer sin que nadie haberme valorado la discapacidad, pero al empezar a desarrollar mi trabajo, se elabora un informe desfavorable que indicaba aquellas competencias en las que no podía realizar mi labor… todo esto, sin que antes se me hubiera facilitado ninguna información previa. Este informe se envía al Ministerio de Sanidad, que me abre una vía administrativa con el fin de rescindir mi contrato de trabajo, y anular la plaza MIR que había conseguido, y gracias a la que ya llevaba trabajando seis meses.
Por mi parte, yo aporté el informe de un forense, así como de un comité docente de médicos en el que se constataba que puedo ejercer como médico de familia sin ningún problema, pero no le dieron credibilidad alguna, teniendo en cuenta únicamente el que ellos presentaban.
He de decir que antes de elegir la plaza, me informé sobre la posibilidad de que pudiese tener dificultades a la hora de desempeñar mi trabajo. Se da la circunstancia de que el propio médico que me posteriormente firmó el informe desfavorable, me había dicho con anterioridad que no tenía de qué preocuparme. Así que yo, convencido de que no iba a haber ningún problema, elegí mi plaza. Poco después me encuentro con que el Ministerio me la niega basándose en un informe en el que no se hizo una valoración adecuada a mi discapacidad: se elabora un borrador favorable, que después el jefe de servicio invalida, presentando otra valoración en mi contra, y que incluso el doctor que me realizó el primer borrador se negó a firmar porque consideró que no se ajustaba a la realidad.
– Háblanos de tu discapacidad
Mi discapacidad es una hemiparesia, una disminución del movimiento ocasionada por una parálisis cerebral al nacer debido a un sufrimiento fetal. Cuando nací me faltó oxígeno en el cerebro y eso me afectó a la parte motora derecha. Tengo un grado de discapacidad del 38%, que antes estaba valorado en un 45% pero que me acaban de rebajar. A pesar de esta circunstancia, nunca he tenido dificultad para hacer una vida normal, y durante los cinco meses que estuve ejerciendo tampoco tuve ningún problema. Como médico de familia puedo realizar perfectamente mi trabajo, y de hecho lo hice durante más de cinco meses en el Centro de Salud de Tacoronte. En ese tiempo no tuve ninguna dificultad, los pacientes y el personal estaban muy contentos conmigo, así como mi tutor, que estaba muy satisfecho con mi labor diaria y con mi capacidad de aprendizaje.
– ¿Cuáles son los argumentos en los que se basa la Administración para considerarte no apto?
Realmente el informe no ofrece una causa objetiva, ya que ni siquiera se me ha valorado, así que se basa exclusivamente en una opinión, en una evaluación subjetiva. No logro comprender si esto responde a algún tipo de prejuicio y no sé por qué han llegado a la conclusión de que no soy apto. Han considerado, sin tenerme delante, y basándose en el libro de competencias que tiene el Ministerio, que hay una serie de capacidades y habilidades que yo no puedo llevar a cabo y punto.
– Teniendo en cuenta la evolución de tu caso, ¿alguna de las administraciones implicadas te ha solicitado o realizado un informe posterior para ratificar o negar los anteriores?
No ha habido nadie que realice un informe donde se constate qué especialidades puedo ejercer con mi discapacidad. Las administraciones alegan que no tienen competencia, desde Ministerio afirman que es responsabilidad del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital y viceversa. Por otro lado, y debido a mi situación laboral, solicité un trabajo en Gerencia de Atención Primaria cubrir sustituciones o bajas, allí requerían un informe de capacidades que valorara mi minusvalía y dictara si podía ejercer. Este informe tenía que elaborarlo el Centro de Bases de Servicios Sociales, y este organismo también concluyó que no tenía competencias para realizarlo.
– ¿Cuál ha sido la respuesta desde el Gobierno de Canarias, te han ofrecido alguna salida?
Tanto la administración estatal como la autonómica se están pasando la pelota de un lado a otro. Según el Gobierno de Canarias esto es problema del Ministerio de Sanidad, y desde el Ministerio afirman que la competencia es de la consejería.
– ¿En qué punto está el proceso en este momento?
Yo llevo luchando ya un año contra esto; antes de que mi caso saltara a los medios de comunicación hablé con todos los implicados en el proceso y nadie me dio solución. Por eso me vi obligado a exponer esto ante la opinión pública con el fin de hacer presión. La verdad es que he recibido muchísimo apoyo… ahora mismo estoy intentando solucionarlo por vía extrajudicial o administrativa, pero quienes tienen que retractar ese informe aún no lo han hecho, y siguen lanzándose la pelota de unos a otros.
– ¿Cuál es tu situación laboral en la actualidad?
Ahora mismo no estoy trabajando, tras la rescisión de mi contrato he quedado en el paro y sin cobrar prestación porque no tenía el tiempo suficiente cotizado. Tampoco recibo ningún subsidio por discapacidad. He estado intentando buscar trabajo en la sanidad privada ya que tengo un título que me permite ejercer, pero dada la situación, resulta muy difícil. Ahora hay un 7% de reserva para discapacidad, pero en el momento de mi convocatoria no la había.
Debo decir que yo siempre había informado de mi discapacidad, siempre había ido con mi certificado de minusvalía presentándolo en todos lados y nunca habían puesto problemas, incluso cuando me matriculé en el examen MIR. Nunca he escondido mis circunstancias, y hasta ese momento, jamás había supuesto un problema. Como te digo, elegí la especialidad de médico de familia tras hablar con profesionales del Hospital Universitario de Canarias que me aseguraron no tendría ningún problema para ejercer pese a mis dificultades de movilidad, y cuando firmé mi contrato de residente con el Hospital Universitario de Canarias realicé, como todos, un reconocimiento médico y aporté la documentación de mi discapacidad, que “no se consideró relevante”.
– ¿Confías en que todo este proceso termine de manera favorable a tus intereses?
Eso espero. Siempre he luchado, y seguiré luchando por conseguir lo que injustamente se me ha arrebatado. Yo quiero conseguir mi plaza MIR, y en el caso de que no pueda, quiero que me ofrezcan una alternativa de trabajo. No pretendo que me regalen nada, no deseo ningún privilegio, ni que me den nada gratis por tener discapacidad, pero tampoco quiero que me quiten. Quiero únicamente lo que me he ganado de manera justa y gracias a mi esfuerzo.
– ¿Quieres hacer llegar un mensaje a las administraciones implicadas?
Únicamente que vean la injusticia de todo este proceso, que se ha cometido un error del que se deben retractar, que lo único que quiero es recuperar mi plaza de trabajo o trabajar… que en ningún momento espero un trato privilegiada, y que lo último que quiero es iniciar un proceso judicial, pero que no se me está dejando ninguna otra opción. Se me están agotando las alternativas y sólo deseo que esto se solucione lo antes posible porque esto es un claro ejemplo de discriminación por discapacidad y un grave error de la administración.
– ¿Cómo valoras el apoyo social que estás recibiendo?
Estoy absolutamente sorprendido por el apoyo que se me está ofreciendo, esto ha sido increíble. Ya llevo más de 130 mil firmas en la página de Change.org, el apoyo social, el de los médicos en todo momento… la verdad es que estoy abrumado por todo el apoyo que he recibido.