Bajo el lema ‘Buenavista dice NO al acoso escolar’ se inicia esta campaña dirigida a la comunidad educativa.
Las concejalías de Bienestar Social e Igualdad ponen en marcha esta campaña que trata de crear conciencia ante una problemática social que desafortunadamente se manifiesta en las aulas cada vez más, afectando a muchos menores.
Esta iniciativa se enmarca en el proyecto ‘Participación de la familia en la escuela’ que promueve el Ayuntamiento de Buenavista del Norte y cuenta con el apoyo y financiación de la Fundación CajaCanarias.
Durante estos días se realizarán diferentes charlas informativas en los centros educativos impartidas por Patricia Ojeda, socióloga y experta en políticas de igualdad y prevención de delitos de odio y discriminación. La programación comenzó este pasado lunes en el IES Buenavista cuyas ponencias están dirigidas a todo el alumnado, mientras que en los colegios de primaria (Nicolás Díaz Dorta y La Cuesta), se enfocarán a los alumnos del tercer ciclo.
El objetivo tal y como recalcan desde el ayuntamiento, “con esta acción se pretende ayudar a prevenir, detectar y/o actuar cuando sea necesario”, apunta la concejala de Bienestar Social, Ingrid Regalado.
También se informa que se realizarán sesiones de sensibilización abiertas a la participación de aquellas personas interesadas en ahondar más sobre esta temática, para ello se organizará una ponencia el próximo día 3 de noviembre a partir de las 17h, en el salón de actos del Centro Ocupacional. Además, se ha organizado una sesión de trabajo dirigida a los técnicos municipales, “disponer de las pautas necesarias y establecer un protocolo de actuación es imprescindible para los profesionales que trabajan con menores” señala la concejala responsable del área.
¿Qué es el bullying?
El acoso escolar (también conocido con el término anglosajón bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales. Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte que aquella.
