Otra vez hemos tenido elecciones… Se ha repetido la película de las promesas, del interés por saber las necesidades de las personas con discapacidad. Nos han citado a reuniones, nos han hablado de «trabajar para las personas» de «ciudades accesibles», de «pueblos para todos»… Como cada cuatro años, en los meses previos a las elecciones.
En estos días toman posesión los nuevos equipos de gobierno y esperamos que no se repita también la misma película: la desidia, el abandono, el «estamos en ello», el «ya veremos»… Empiezan cuatro años en los que, si quisieran, efectivamente podrían transformar Canarias en una comunidad para todas las personas.
En Santa Cruz de Tenerife podríamos decir que estamos de mejor suerte. El nuevo concejal de accesibilidad conoce la discapacidad y la vive en primera persona. Ha manifestado, al tomar posesión de su cargo, que quiere que la ciudad sea «la envidia del resto». Ilusión y ganas no le faltan por lo que se observa… Ahora sólo nos falta que lo demuestre. Que esa ilusión y ese deseo se transforme en trabajo y en entrega a una labor que mucho se necesita y que él mismo, en muchas ocasiones, ha reclamado.
Cierto es que para que se manifieste ese deseo, Carlos Correa debe contar con el apoyo de sus compañeros de gobierno, y sobre todo del Alcalde de Santa Cruz. Ilusiones y ganas pueden quedar reducidas a un cúmulo de buenas intenciones si no se le dota de personal y medios, si no se le permite marcar caminos y si no le respetan la transversalidad que la atención a la discapacidad tiene.
Sabe el concejal que cuenta con el apoyo del colectivo y con su colaboración, porque somos los más interesados en que Santa Cruz, efectivamente, se convierta en la Ciudad para todas las personas que deseamos… Pero debe saber el concejal que en nosotros tendrá la mayor oposición y la voz más alta, si tuviéramos que reclamar su gestión. Sabe también el concejal de accesibilidad que, muchas veces, no se tratará de dinero sino de voluntad… Y le confirmamos que la nuestra sí es firme: tenemos la firme voluntad de conseguir el respeto a los derechos de los santacruceros con discapacidad y le animamos a que su trabajo vaya en esa línea.
Quienes le conocen de cerca afirman que su trabajo dará resultados. Estaremos a su disposición para remar juntos. Las asociaciones de la discapacidad en la Isla de Tenerife hace tiempo que trabajan juntas.
Por mi parte, albergo la esperanza de que esta vez se impulse definitivamente la atención a la discapacidad y se logre esa conciencia solidaria en la sociedad. Tal vez el pilar a edificar, para luego cimentar la tarea, sea el de la conciencia ciudadana. Una ciudad solidaria y comprometida con la discapacidad, hará que el trabajo por la igualdad sea mucho más efectivo.
Le deseo a Carlos Correa lo mejor, porque será lo mejor para ese diez por ciento de los ciudadanos que, como él, padecen una discapacidad.
Ana Mengíbar
Presidenta de QUEREMOS MOVERNOS
