– ¿Qué ha supuesto para usted, tanto política como personalmente, ocupar el área de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias?
Sin duda, una gran ilusión y un gran reto. Tengo la firme decisión de hacer todo lo posible para que el contenido de mi departamento se aproxime lo máximo posible a la nueva denominación de la Consejería, el “Bienestar Social”.
Si existe una consejería por excelencia dedicada a trabajar por las personas es ésta. Para mí es una de las más bonitas, porque se tocan todos los temas sensibles de la sociedad. Uno de mis objetivos, aparte de atender la problemática existente en todas las áreas, será prevenir las situaciones de riesgo. Mi filosofía de trabajo y la de todo mi equipo será luchar para que los canarios se acerquen al bienestar social.
– ¿Cómo ha encontrado el área?
Sin duda es un área difícil, porque influye en la vida de las personas más frágiles de la sociedad. Personas que, por uno u otro motivo, no se encuentran en el sistema del Estado de Bienestar, y ése es nuestro trabajo, volver a incorporarlas. Pero cuando conseguimos los objetivos marcados es un área que te da muchas satisfacciones, porque has podido ayudar a personas con nombre y apellidos.
– ¿Cuáles son los principales problemas que afectan a Canarias que deben ser abordados desde su Consejería?
Desde luego que los estados de desigualdad entre las personas. Mire, no puedo decirle que problema afecta más que otro porque inciden en la vida de las personas. Pero si tuviera que destacar uno le diría que la violencia contra las mujeres por el hecho de ser mujer.
El mayor indicador de la desigualdad es precisamente que no podamos proteger a las mujeres que sufren maltrato. Canarias ha consolidado una red de protección a la mujer e incluso ha ido más allá con recursos de protección, sin embargo si no se denuncia, no sólo por parte de la mujer que a veces no puede, sino por todo su entorno, nuestro esfuerzo será inútil. Quiero desde aquí apelar a la responsabilidad de todos para que denunciemos cada vez más cualquier atisbo de discriminación, cualquier atisbo de violencia contra una mujer.
– ¿Cómo se está desarrollando desde el Gobierno de Canarias la aplicación de la Ley de Dependencia?
Se trata de que la gente tenga las necesidades cubiertas, y en ese sentido la Ley de Dependencia se encamina bastante hacia eso. Pero también es cierto que es una Ley que nos ha generado bastante incertidumbre. Canarias tiene sus propios planes sociales que tendremos que ir, poco a poco, adaptando a la Ley de Dependencia.
– ¿Cuáles son las principales dificultades que se están encontrando en su aplicación?
La puesta en marcha de la ley está teniendo dificultades porque el Estado no acaba de concretar su desarrollo reglamentario y, sin ese desarrollo, las Comunidades autónomas nos encontramos sin la seguridad jurídica necesaria para poner en marcha la Ley. El propio Estado no ha decidido aún la contraprestación económica que supone, ni tiene aún muy claros los objetivos que propone esta Ley.
– ¿Qué actuaciones está desarrollando el Gobierno en materia de vivienda?
El acceso a la vivienda es la mayor preocupación de la población del Estado, pero en esta comunidad nos hemos adelantado y hemos acometido esta situación con previsión, en el marco del Plan Canario de la Vivienda 2005-2008 que resume todas las actuaciones que esta comunidad está realizando. Puedo afirmar que es el más importante realizado hasta la fecha pues ha supuesto un incremento del 60% del número de actuaciones respecto al anterior plan, lo que supondrá la movilización de más de 1.800 millones de euros, el triple de inversión del anterior plan, de los que el 70 % corresponden a fondos propios. Estamos haciendo un gran esfuerzo inversor en vivienda y por ejemplo, en la actualidad, sólo cinco comunidades en todo el Estado construyen viviendas de protección en régimen de alquiler para facilitar un hogar a las personas con más dificultades económicas. Canarias es la comunidad que más dinero por habitante invierte en ayudas y subvenciones a la vivienda.
– El acceso a la vivienda para la juventud canaria es un reto imposible. ¿Qué medidas se están tomando para revertir esta situación?
Para los jóvenes tenemos varios programas que persiguen ese fin, como son el programa Bolsa de Vivienda Joven, la Hipoteca Joven y el censo de viviendas vacías en Canarias. Tenemos la suerte de contar con 20 oficinas de información en las islas, a las que los jóvenes se acercan bien para tramitar una hipoteca, o para adquirir una vivienda en régimen de compraventa o alquiler. Además, tenemos un plan de choque en el que vamos a apostar por dar a los jóvenes que deseen comprar una vivienda 12.000 euros, y a los que vivan en alquiler, para facilitarles su independencia, el Gobierno va a pagarles hasta 300 euros.
– Están potenciando de manera significativa los programas de emancipación juvenil a través de pisos tutelados. ¿Qué objetivos se persiguen con estos programas?
La Consejería de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias oferta a los menores que cumplen la mayoría de edad en los centros de protección canarios, un conjunto de programas dirigidos a facilitar su emancipación y su transición hacia la vida adulta. A través de estos programas, se busca acompañar a los jóvenes en su proceso de obtención de su autonomía económica, por lo que, no sólo se le ofrece un acompañamiento técnico, a través de un equipo multidisciplinar que trabaja en el día a día con ellos, si no que se les pone a su disposición, por ejemplo, plazas en pisos tutelados. El objeto, en definitiva, es favorecer la autonomía de los jóvenes, muchos de ellos en situación de conflictividad social, con respecto a la cobertura de sus necesidades físicas, emocionales, culturales y laborales.
– La juventud, como presente y futuro de nuestra sociedad, debe estar bien representada en todos los estamentos sociales y participar de la vida política. ¿Cómo piensan fomentar esta participación?
Sin lugar a dudas, la nueva Ley Canaria de Juventud supondrá un instrumento activo de participación juvenil. La ley contempla unos órganos de auténtica participación juvenil, como son los Consejos de la Juventud, que los habrá de ámbito municipal, insular y uno regional. En ellos serán los propios jóvenes quienes decidan y hagan, directamente ellos por sí mismos. Además, esta Ley supondrá un claro avance en las políticas juveniles. Canarias tiene en la población joven su mayor potencial de riqueza, y la mejor garantía para alcanzar el bienestar y la calidad de vida a la que aspira esta sociedad en su conjunto. Aprovechar este valioso caudal requiere, sin embargo, de un firme compromiso de todos los agentes económicos, sociales e institucionales, que intervienen en favor de la juventud, con el fin de facilitar el protagonismo que les corresponde a éstos en la vida de nuestra Comunidad, algo que persigue esta Ley.
– Un deseo para esta legislatura.
Que la Consejería de Bienestar Social deje de ser la Consejería asistencial y de verdad hayamos logrado poner las bases del Estado de Bienestar. Si después de 4 años podemos decir que los jóvenes tienen más facilidades para emanciparse, los mayores viven la última etapa de su vida con mayor tranquilidad, que los hombres y las mujeres caminen cada vez más juntos y que dentro de la justicia, la educación y la sanidad nuestra gente tenga las necesidades cubiertas, conseguiremos el verdadero estado de bienestar social.