El desarrollo sostenible puede definirse como aquél que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias. Este modelo de desarrollo está orientado a lograr una mejor calidad de vida para todas las personas y se sustenta en tres componentes básicos: el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente.
Preservar la biodiversidad –en sus tres expresiones: diversidad genética, de especies y de ecosistemas– es un objetivo fundamental de todas las políticas relacionadas con un desarrollo sostenible. Este es también el objetivo último de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, que ha emprendido varias líneas de actuación dirigidas a garantizar el futuro de nuestros recursos naturales, compatibilizando su conservación con un modelo de desarrollo alternativo que conjugue, de forma sostenible, la industria turística, la mejora del nivel y la calidad de los pueblos.
Actuaciones que lleva a cabo el Gobierno de Canarias para promover un uso sostenible de la diversidad biológica
Para preservar nuestra rica biodiversidad hemos de contar, en primer lugar, con un conocimiento adecuado sobre algunos de sus componentes, pues sin ello no podemos valorar la capacidad de carga a la que puede someterse. Por este motivo, en 1999, el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, puso en marcha un proyecto destinado a conocer y evaluar el estado de la biodiversidad a través de la creación del Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias. Desde entonces, se han registrado 14.308 especies y subespecies terrestres y 5.232 marinas, siguiendo un proceso muy riguroso y homogéneo en el que han participado más de un centenar de expertos, y de una veintena de instituciones nacionales e internacionales.
El Banco de Datos aporta información de presencia de especies de flora y fauna silvestre y exótica en áreas del territorio canario. Esta información supone un gran avance en la planificación ambiental, permitiéndonos evaluar si el desarrollo de determinadas acciones sobre el territorio, como la construcción de una carretera, la implantación de tendidos eléctricos o la instalación de depuradoras u otras construcciones, pueden originar un impacto ambiental. Esta herramienta, además, nos ayuda a valorar alternativas de desarrollo de dichos proyectos y seleccionar la que menos afecta a los recursos naturales. También juega un papel esencial en la evaluación del estado de las especies amenazadas, y su utilización ha sido fundamental para seleccionar los lugares más representativos de Canarias que han de formar parte de la red europea Natura 2000. Asimismo, los análisis de biodiversidad en conjunto nos permiten evaluar las amenazas y causas de la pérdida de biodiversidad y valorar su conservación como recurso estratégico.
Por otra parte, desde el Gobierno de Canarias, se han promovido e impulsado numerosas líneas de investigación que han llevado a cabo diversas instituciones científicas. El fruto de estas investigaciones, junto con las que ha llevado directamente la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, a través del estudio de más de 494 poblaciones insulares de 243 especies amenazadas, ha contribuido de manera importante al conocimiento más profundo del patrimonio natural de Canarias. La Administración, por tanto, se encuentra en un momento óptimo para poder tomar decisiones de conservación con menor incertidumbre y proceder con coherencia en actuaciones que impliquen regular la explotación de los recursos naturales, fomentando así el desarrollo sostenible.
Una de las medidas prioritarias que ha llevado a cabo el Gobierno de Canarias, para frenar la pérdida de biodiversidad, ha sido la aprobación de doce planes de gestión de quince especies amenazadas. Este paquete de medidas urgentes se engrosará durante este año con la redacción de otros 25 planes que tendrán como protagonistas a 49 especies amenazadas. Estos planes juegan un papel fundamental para garantizar la conservación de la biodiversidad canaria, ya que establecen las actuaciones necesarias para mejorar el estado de conservación de dichas especies, evitando su extinción o disminuyendo el nivel de amenaza que opera sobre ellas. Los planes de las especies amenazadas que se encuentran en una isla serán ejecutados por los Cabildos, mientras que los de especies que se encuentran en más de una isla, así como los de especies marinas, los llevará a cabo el Gobierno de Canarias.
Por último, no podemos dejar de mencionar “Natura 2000”, una figura cuya propia definición evoca el desarrollo sostenible: “red ecológica europea coherente”, para la conservación de los hábitats de interés comunitario. Canarias destaca por aportar a Natura 2000 uno de los elencos, de espacios y especies, más relevantes de la Unión Europea. A raíz de la última modificación y ampliación de Zonas de Especial Protección para las Aves y Lugares de Importancia Comunitaria, forma parte de Natura 2000 más del 45 % del territorio terrestre del Archipiélago Canario, además de contar con una buena representatividad de espacios marinos. Sin embargo, aún hemos de declarar los Lugares de Importancia Comunitaria como Zonas de Especial Conservación, que deben contar con planes o medidas de gestión que garanticen la conservación de estos espacios naturales. Actualmente, nos encontramos en plena fase de elaboración de un marco jurídico apropiado para la declaración de estas zonas y el establecimiento de dichas medidas. Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado por la Administración, es importante que los ciudadanos de Canarias conozcan los objetivos e implicaciones de Natura 2000 y consideren esta red como una oportunidad para alcanzar modelos de desarrollo económico que contribuyan a preservar este patrimonio natural de Canarias, que actualmente aporta calidad de vida y es nuestro principal recurso ambiental, turístico y, por tanto, económico. La Unión Europea lo considera además patrimonio universal, por ese motivo contempla ventajas y fuentes económicas de financiación para el desarrollo de actividades de distinta índole, siempre que se encuentren en sintonía con la conservación de los valores de Natura 2000.
Actuaciones que lleva a cabo el Gobierno de Canarias para promover un uso sostenible de los recursos forestales
Los bosques constituyen una parte importante de nuestra biodiversidad, y pueden considerarse parte integrante del desarrollo sostenible, ya que son fundamentales para el desarrollo económico, social y el mantenimiento de los sistemas sustentadores de la vida en el planeta. En este sentido, las principales medidas adoptadas por el Gobierno de Canarias para el logro del uso sostenible de los recursos forestales emanan, fundamentalmente, del desarrollo del “Plan Forestal de Canarias”, que fue aprobado mediante Acuerdo de Gobierno de fecha 25 de mayo de 1999, con el objeto de mejorar el estado de la cubierta vegetal del Archipiélago.
Este Plan debe ser considerado como el instrumento que recoge las directrices necesarias para la gestión sostenible de los recursos forestales en las siete Islas. En este sentido, contempla objetivos tanto de carácter ambiental como de carácter social, especialmente en lo que se refiere a la necesaria vinculación entre la población rural y el monte a través del mantenimiento del empleo rural y la generación de rentas para los habitantes de las áreas forestales.
De las diferentes actuaciones contempladas en el Plan Forestal, destaca el Programa de repoblación forestal, que está orientado a aumentar la superficie forestal arbolada del Archipiélago, restaurar la vegetación en aquellas zonas con mayor índice de erosión, recuperar las formaciones forestales degradadas y mejorar la producción anual de plantas en vivero; el Programa de restauración hidrológico forestal, con el que se pretende corregir los procesos erosivos de origen no natural, proteger las zonas habitadas frente a posibles avenidas, disminuir las pérdidas de suelo productivo para las actividades agropecuarias, y proteger las pistas forestales frente a la erosión; y el Programa de ordenación, selvicultura y aprovechamientos, para el mantenimiento y mejora de la cubierta forestal de las Islas. Básicamente, se trata de conservar los procesos de génesis y evolución natural de las masas forestales, hacer progresar las masas artificiales hacia formas más naturales y ordenar los aprovechamientos tradicionales. Con estas actuaciones, además, se logra reducir el riesgo de incendios, y se incrementa la resistencia de las masas frente a posibles daños biológicos, ya que se mejora su estado fitosanitario.
Para desarrollar el Plan Forestal se cuenta con dos grandes líneas de trabajo, la que ejecuta directamente la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias y la que desarrollan los Cabildos Insulares, que se materializa a través de Convenios de colaboración en materia de conservación de la naturaleza. Actualmente está en vigor el “Convenio de colaboración para actuaciones de gestión de recursos naturales y del Plan Forestal de Canarias para el periodo 2007-2013”, que incluye actuaciones de tratamientos selvícolas, ordenación de bosques, restauración hidrológico forestal, restauración de hábitats naturales, infraestructuras de prevención de incendios forestales, etc.
Además de estos trabajos, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial está desarrollando diversos proyectos que inciden en alguno de los programas del Plan Forestal de Canarias, entre los que destacan las Actuaciones de Restauración y Conservación del Entorno Natural. Esta iniciativa está orientada a fortalecer la estructura territorial y económica de Canarias, mediante intervenciones dirigidas a consolidar estrategias de desarrollo sostenible y a imprimir dinamismo a las políticas ambientales y de cohesión social. Con estas actuaciones se pretende mejorar las condiciones paisajísticas, ambientales y económicas del Archipiélago, a través de intervenciones en todas las islas que incidan en la protección y regeneración del entorno natural, como limpieza, repoblaciones, recuperación de muros, rehabilitación de senderos, etc. Para el desarrollo de estos trabajos se ha contado con la contratación preferente de personas pertenecientes a colectivos desfavorecidos y con dificultades para su inserción laboral y social. De esta manera, se compatibilizan las políticas turísticas, ambientales y económicas, ya que se revalorizan los recursos naturales mediante su recuperación y conservación; se produce un impacto social y económico positivo al incorporar colectivos desfavorecidos al mercado laboral; y, además, se repercute positivamente en el turismo al recuperar para el disfrute zonas de alto valor paisajístico.